sábado, 20 de noviembre de 2010

EN TIERRA DE NADIE

barack-obama-bw

Cuando el 4 de noviembre del 2008 Barack Obama gano las elecciones a Presidente de los Estados Unidos, se dijo: “ha llegado el cambio”. Pues casi que no.

Diluyéndose en su retórica bienintencionada, su posición (salvando las distancias, su lenta devaluación se va asemejando cada vez mas a la de Zapatero en España) va quedando en tierra de nadie. El problema de Obama es que su personaje era valido para ganar unas elecciones, de por si, en el contexto perfecto para su triunfo: el desgaste de la política exterior de George Bush y su ideología Neoconservadora, el retroceso de la economía americana y la propia inoperancia del presidente saliente necesitaban de un cambio.

Lo que la gente no ha querido ver o no quiere ver, es que una cosa es la historia del hombre que llega a la política y otra muy distinta, la política que puede desempeñar ese hombre en el país más poderoso e influyente del mundo. Quizás cara al interior de su país, su ideario pueda producir algún cambio (la reforma sanitaria entre otras medidas) pero la historia de Estados Unidos durante el siglo XX, sólo puede entenderse (como toda gran potencia a lo largo de su historia) desde los movimientos de su política exterior, y ahí Obama, tiene poco o nada que decir.

Como el resto de Presidentes Americanos, la maquinaria real que mueve todas la piezas es y será la C.I.A ( que se lo pregunten a Kennedy cuando destituyo a Allen Dulles) y, o uno, Obama cambia la idiosincrasia de la Agencia Central de Inteligencia, o dos, todo continuará con su intervencionismo en regímenes democráticos de cualquier parte del mundo con todo lo que conlleva (secuestros, asesinatos, propaganda sucia, dinero destinado a desprestigiar al presidente de turno… en definitiva: un golpe de estado).

Esta por ver lo de Correa en Ecuador, pero huele a eso, un golpe de estado organizado por la Agencia. Todos los pasos se asemejan demasiado a los de Chile con Salvador Allende o Jacobo Arbenz en Guatemala. No hay nada que más haga temblar las estancias gubernamentales y económicas americanas, que el liderazgo de un partido de izquierdas con lo que ello conlleva: la nacionalización. Uno de los desencadenantes del golpe de estado en Chile fue la nacionalización del cobre por parte de Salvador Allende. Era demasiado dinero el que se podía perder; y hubo que intervenir.

Resaltar que uno, sino el mas importante ideólogo de toda la operación fue: Henry Kissinger, futuro Nobel de la Paz y también instigador de la “Operación Cóndor”… casi nada. Por eso, que uno no deja de sorprenderse con toda esa corriente de “buenrollismo” y “esperanza” que surgió a raíz de la elección de Obama como Presidente de los Estados Unidos de América. ¿En que pensaban?, todo seguirá igual, apuesten por ello.

De Bill Clinton, el anterior presidente demócrata, y con una imagen, también, de buena y afable persona, nos queda la excelente posición económica en que dejo a su país y como borrón el “caso Lewinsky”, pero todos ignoran, que el, tampoco pudo o quiso cambiar nada. En 1998 ordeno el bombardeo a la Planta farmacéutica al- Shifa en Sudan, resultado: miles de muertos. Y es aquí donde radica el gran problema. La política exterior americana tiene unos mecanismos férreos de ataque y defensa que, ni Clinton quiso o pudo cambiar, ni Obama podrá o querrá cambiar.

Y mientras ese cambio no se produzca, nos queda ese leve toque “Rosa Parks” que la gente adora en el presidente americano y su perfecta dialéctica. Pero nada más.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Tu comentario se publicará tras inspección por los administradores.
Tu comentario es libre pero debe guardar relacion con el tema tratado.
Tu comentario puede ser anónimo, pero preferimos que le eches cojones.

 

Copyright 2007 ID Media Inc, All Right Reserved. Crafted by Nurudin Jauhari