lunes, 27 de septiembre de 2010

 

Camaradas, el próximo 29 de septiembre está convocada una huelga general para protestar ante el inminente recorte de derechos sociablablablablablabla… y bla.

Todo eso está muy bien pero…

Bien, primero, esa semana yo estoy de vacaciones y para más datos fuera del país así que no voy a ir a trabajar. Ya ves, me lo pierdo, lo que por otra parte me la pela.

Lo que ya no me la pela tanto es la famosa, manida y socorrida frase que reza: la huelga es un derecho. Estoy de acuerdo. La huelga es un derecho… en teoría.

Y digo en teoría porque se puede dar el siguiente caso:

Trabajador eventual de una pequeña empresa al que se le acaba el contrato en mes y medio y sospecha que si el día 29 no va a trabajar el jefe se lo va a tomar a mal y no le va a renovar el contrato, lo cual, teniendo en cuenta la situación económica que vivimos es, cuando menos una putada.

También se puede dar el siguiente caso: trabajador indefinido de una empresa que tiene opciones reales de  promoción en la misma y sospecha que si el día 29 hace huelga sus opciones de ascenso se verán mermadas en favor de su compañero Paco que sí fue a trabajar.

Y también se puede dar el siguiente caso: trabajador de vete tú a saber dónde que decide ir a trabajar el 29 y los piquetes, tan majos como siempre, le rayan el coche o le pinchan las ruedas, o le dan de ostias, o le ponen un video de Sálvame Deluxe (ya en plan gore y tal).

Total, que sea cual sea el caso, el resultado es el mismo: posibilidad de acabar enculado sin delicadeza, bien por la polla del empresario, bien por el rabo del proletario. Con lo cual, el trabajador, que no es tonto, está en su casa pensando si hacer huelga, o no, o yo que sé.

La huelga es un derecho… ¡los cojones!.

Y eso es, en definitiva, lo que de verdad me toca los idem.

domingo, 26 de septiembre de 2010

P7266305-HDR Vivimos en época de una grave precariedad laboral. Parece ser que el cemento que sostenía los pilares de nuestra economía era de mala calidad y todo se ha venido abajo. La burbuja inmobiliaria ha colapsado por completo y no se encuentran salidas por ninguna parte. En pleno auge de la construcción Joaquín Almunia, durante el gobierno del PP, ya adelantó los riesgos que esto tenía y lo que podía llegar a suceder. Ya con la entrada del PSOE en el gobierno, Rodrigo Rato también adelantaba las posibles consecuencias de la burbuja inmobiliaria. Ni unos ni otros toman medidas al respeto, para que, todo va bien; se crea emplea, crece el producto interior bruto, etc.…Llega la gran crisis financiera y todo se va a la carajo a tomar pol culo el empleo y el PIB.

Por otra parte la humanidad se enfrenta a otro gran problema, quizás a un plazo más largo de ahí que los grandes dirigentes mundiales aún no se hayan concienciado. Los científicos expertos en el tema, llevan tiempo haciendo un llamamiento a estos, pero ni caso….el calentamiento global es un hecho, aunque como siempre hay alguno que lo niega como sigue negando que el hombre descienda del mono. Es cierto que la comunidad científica tiene poca credibilidad entre la opinión pública, se les sigue viendo como chifladillos de laboratorio, a lo Einstein, que viven al un poco al margen del resto de la sociedad. Es curioso que la opinión de un político o incluso de la Belén Esteban tengan más credibilidad que la de estos chifladillos y eso del calentamiento global suene un poco a ciencia ficción……el caso es que no es así, es un hecho contrastado como que el hombre desciende del mono, aunque a muchos no les guste.

Aún estamos a tiempo de tomar medidas, no como el colapso de la burbuja inmobiliaria, estos han de ser cambios drásticos que afectarían demasiado a la economía internacional, y claro las grandes potencias no creo que estén dispuestas a hacerlo, al fin y al cabo se sigue viviendo bien en los países desarrollados y nadie esta dispuesto a sacrificar su bienestar actual por el de mañana, porque mañana quizás yo ya no esté aquí, que los problemas del mañana los solucione quien viva en el mañana.

El hombre de a pie cree que este tipo de problemas los ha de solucionar los dirigentes, yo creo que no, creo que la base es la educación como individuo. Dirán que son las grandes petroleras o las grandes energéticas los culpables, cierto es, pero no se olvide de que estos producen para que usted consuma así que todos somos culpables.

Tomemos medidas cada uno con su responsabilidad, sino todo se va ir al carajo y entonces ya no habrá solución.

sábado, 25 de septiembre de 2010

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Recién estrenada en nuestro país "El Americano", segundo film de Anton Corbijn, he aprovechado para verme su debut, que desde hace un tiempo tenia ganas y nunca encontraba el momento. Fue ayer por la noche, y la vi con mi querida progenitora. ¡Flípalo! mi madre viendo una peli sobre la vida de Ian Curtis y los que le conocieron(conste que le gustó, pero bueno eso a vosotros os importara una mierda).

Se trata de "Control", un film de 2007 que en Asturias ni se estreno, y que para mí junto con "Zodiac" de David fincher, son las 2 joyas cinematográficas de ese año.

La cinta nos cuenta la vida de Ian Curtis, malogrado cantante de Joy Division, aquí interpretado por un Sam Riley realmente impactante. Más que intérprete, diría que es un clon del artista, esa mirada perdida, ese nervioso baile, esa belleza cándida y turbadora, y sobre todo, esa única e irrepetible voz de Curtis, son aquí mostradas de un modo tan natural que impresionan.

Curtis se debate entre el amor a su mujer y el que siente por su amiga y amante Annick Honore, periodista belga a la que conoce en una entrevista. Esa circunstancia y la epilepsia que sufre el cantante, le llevaran por un tortuoso camino de sufrimiento y desgaste emocional que desembocará en su hastío por su grupo, y finalmente por su vida.

El trabajo de fotografía, en blanco y negro, le otorga un aspecto más siniestro y retro a la cinta, y el precioso montaje te permite entender, incluso absorber ese tormento interior de Curtis.

Mencionar también el trabajo de Samantha Morton como Deborah Curtis, sufrida esposa del cantante inglés que consigue plasmar con destreza el inmenso amor que esta tenia por su marido.

El film me resultó duro y profundamente triste, pero necesario para comprender la figura de uno de los mayores talentos que el rock nos a dado.

Para quien le haya gustado Control, decirle que hay un documental sobre Ian y su grupo titulado “Joy Division” en el que podrán ahondar más si cabe en la biografía de esta revolucionaria banda.

Ledoy un 8.

Hasta otra.

lunes, 20 de septiembre de 2010

FISH TANK

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Interesante película británica dirigida en 2009 por Andrea Arnold.

El cine británico, aparentemente sólo domina dos géneros, la comedia romántica ñoña que sólo aguantan las pre-menopaúsicas donde intentan lucirse las Julia Roberts del momento, o las agrias y desgarradoramente directas historias de cine social, aderezadas a veces, con sentido del humor. Fish Tank pertenece a este segundo grupo.

El film narra la historia de una joven de 15 años (interpretada de forma muy convincente, a mi juicio, por una tal Katie Jarvis) que vive en un típico barrio del extrarradio. Una relación atormentada tanto con su madre, como con los congéneres que le rodean. Su válvula de escape es en este caso el baile, y una vieja yegua amarrada día y noche, metáfora fácil de la necesidad adolescente por escapar de una realidad ingrata.

La aparición del nuevo novio de su madre, interpretado por Michael Fassbender (Malditos Bastardos, Centurión), parece representar un nuevo amanecer en la vida de la joven. Pero como ya dijimos al principio, esta no es una película ñoña, y además, mujeres del mundo, no existen hombres tan perfectos.

Con estos ingredientes, la película se vuelve un tanto previsible, y tal vez, en los últimos minutos un poco pesada. Aún así resulta ser una película interesante, sin excesivas pretensiones, cargada de rabia, que o llega, o te aburre, o lo tomas o lo dejas, no es para pasar el rato comiendo palomitas.

Recomendable si te gusta el cine de Ken Loach.

domingo, 19 de septiembre de 2010

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Como si se tratase de una premonición de Aceves, el vidente claro. Aunque bueno, puedo imaginarme al peperiano desairado estampándole esa frase a Rajoy en referencia a Zapatero, probablemente serian pesadillas, pero vamos al tema que nos ocupa.

El enésimo film de Woody Allen es ágil y fácil de ver y entender.

Básicamente nos presenta los conflictos sentimentales de dos matrimonios de distintas edades. Uno, septuagenario y otro recién llegado a la cuarentena, con un lazo común, los primeros son los padres de la esposa del matrimonio más joven.

Anthony Hopkins es Alfie, un hombre al que el paso del tiempo no se ha sentado muy bien y tras su divorcio de Helena, utiliza su dinero para follarse y luego casarse con una prostituta de tres al cuarto y sentirse así más joven.

Helena, interpretada por una sensacional Gemma Jones, presa de la angustia y de las dudas se refugia en una vidente que le va guiando por su vida con buenos augurios, eso sí, aderezados estos con unos buenos lingotazos para hacer más fácil el proceso.

Sally (Naomi Watts) vive un aburrido y rutinario matrimonio con Roy, interpretado por un lúcido y excelente Josh Brolin, aquí un escritor en plena crisis creativa.

El señor Allen nos presenta una tragicomedia divertida y bastante previsible, lejana de sus mejores trabajos. Eso sí, siempre efectivo, el majestuoso incestuoso director consigue sacarnos alguna que otra carcajada. La mayoría de las ocasiones puedes encontrar algunas risas sólo con observar las ironías y contradicciones con las que la vida nos pone a prueba. Y eso, Allen lo sabe muy bien.

Le doy un 6.8 en mi escala.

sábado, 18 de septiembre de 2010

¡PAPA LLAMA!

 

Estos días hemos visto y leído acerca de la visita que el Papa Benedicto XVI al Reino Unido. Estado este, confesionalmente dividido entre católicos y protestantes.

Dicha visita ha suscitado ciertas polémicas, religiosas por un lado, económicas por otro, e incluso podríamos decir, penales en un tercero a cuenta de los escándalos de abusos sexuales en el seno de la iglesia católica.

Defensores y detractores de una religión, se enzarzan en discusiones sobre le fe, la educación, el respeto y la conveniencia o no de dicha visita.

Para los que, como yo, no profesamos ninguna religión, esta visita pone de manifiesto una vez más el gran poder de convocatoria que aún hoy en día tienen estos acontecimientos. En un mundo occidentalizado donde el Dios Dinero gana adeptos día a día, sorprende el fervor con que la gente defiende sus creencias.

Marx dijo que la religión era el “opio del pueblo”, yo creía que hoy en día, las drogas de la calle eran el fútbol y el corazón. Se ve que aún quedan relitoxicómanos (si me permiten la denominación de nuevo cuño).

Y es que, en mi opinión, las drogas bien consumidas son un regalo de la ciencia, pero en su abuso son una condena de la que es difícil escapar. Respeto cualquier creencia religiosa siempre que esta a su vez permita y respete al resto de congéneres expresarse y vivir conforme a sus deseos y necesidades. No parece que otros muchos compartan esta opinión.

El caso de la discoteca que ha tenido que cambiar de nombre para no sufrir ataques, verbales y vaya usted a saber si de otro tipo más tarde, pone de manifiesto que en materia de religión, los hooligans existen, al igual que violentos hinchas de fútbol, o fans aférrimos de Belén Esteban dispuestos a todo por su ídolo.

En resumen, el consumo de drogas en el mundo es más alto los fines de semana, claro, la liga de fútbol, sálvame deluxe y la misa de los domingos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

 

Soy un ciudadano del mundo sin identidad fronteriza. Un día decidí realzar un viaje por Marruecos y España. Por aquel entonces yo me encontraba visitando ciertas ciudades de Marruecos. Una mañana leí en un periódico local que había estallado una crisis entre la frontera de Melilla y Marruecos. Hasta el expresidente español Aznar realizó una visita a la ciudad de Melilla por aquel entonces.Yo no me suelo creer lo que dicen los periódicos, al menos siempre dudo de la veracidad de las noticias ya que están pueden estar manipuladas por intereses políticos o de otro tipo. Realmente lo que más me gusta es conocer la opinión de la gente, por ello me decidí a preguntar a unos ciudadanos marroquíes sobre el tema y que pasaba con Ceuta y Melilla: En general respondían que estas dos ciudades deberían de pertenecer a Marruecos ya que se encuentran en territorio marroquí y que los españoles las estaban ocupando.

Terminado mi periplo por Marruecos, tomé el Ferry para dirigirme a España. Aquí también pregunté a ciudadanos españoles su opinión sobre Ceuta y Melilla, después de darme una serie de datos históricos que desconocía y que tampoco contrasté, me dijeron que revindicaban Ceuta y Melilla como territorios de la corona española. La conclusión que saqué después de conocer ambas posturas no fue ninguna, simplemente otra lucha por ciertos territorios, unos serían los ocupadores y los otros los ocupados.

Una tarde, después de tomar un café en un bar de una ciudad española, me entero que los británicos poseen una colonia en el sur de de la península ibérica llamada Gibraltar.

Como no, debía conocer la opinión de los españoles al respecto. En general me encontré, para mí sorpresa, que Gibraltar debería ser español ya que se encuentra en su territorio y que ya era hora de que los británicos se la devolviesen. Esta opinión me recordaba la que me habían dicho los marroquíes respecto a Ceuta y Melilla.

De vuelta a mí hogar, en ninguna parte, ya tenía las cosas claras: que malos son los marroquíes y los británicos, y pobres españoles……pero que incoherentes son….

lunes, 13 de septiembre de 2010

 

1991 fue un año capicúa como podéis ver. Mi madre siempre veía en estos números un augurio de buena suerte.

Por aquel año yo contaba 14 primaveras. Estaba en plena adolescencia, esa época en la que uno busca una identidad propia en medio de un bombardeo constante de estímulos exteriores y frustraciones interiores.

No fue hasta el año siguiente cuando un servidor comenzó a encontrar en la inocente actividad de escuchar música una válvula de escape a los problemas de la adolescencia (básicamente la superpoblación de hormonas).

En aquella época se vivía la eclosión del llamado movimiento Grunge al mismo tiempo que los últimos héroes del Heavy Metal saboreaban las últimas mieles de un género tan amado como defenestrado.

Recuerdo con nostalgia que en un programa de música de la época, Rockopop, presentado por Beatriz Péquer, vi por primera vez a una Banda de Seattle, que según el programa, era la sensación en EE.UU. No presté mucha atención, aún no era un asiduo consumidor de música.

Como ya dije antes no fue hasta 1992 cuando mis oídos comenzaron a perder sensibilidad por culpa de los auriculares.

Y lo hicieron al principio con el Heavy, el Trash, los tipos duros, para dar paso poco después a otras bandas de nuevo cuño.

Y este que un día, echando la vista atrás y ojeando los ya viejos CD’s de que uno dispone, que me dí cuenta de cuántos de aquellos álbumes habían sido editados en 1991. Y este que además, buscando y buscando, uno descubrió la gran cantidad de buenas bandas que sacaron disco aquel año. Algo flotaba en al ambiente a principios de los 90, inspiración, las musas…¿a qué olían las putas nubes en 1991?.

Para muestra, un botón:

Metallica - Metallica

Achtung Baby - U2

Use Your Illusion I - Guns N 'Roses

Pennywise - Pennywise

Use Your Illusion II -Guns N' Roses

Pocket Full of Kryptonite - Spin Doctors

Ten - Pearl Jam

Temple of the Dog - Temple of the Dog

Gish - The Smashing Pumpkins

Green Mind - Dinosaur Jr

Arise - Sepultura

Uncle Anesthesia - Screaming Trees

Out of Time - REM

Blue Lines - Massive Attack

Nevermind - Nirvana

Pioughd - Butthole Surfers

Blood Sugar Sex Magik - Red Hot Chili Peppers

1916 - Motörhead

Badmotorfinger - Soundgarden

Innuendo - Queen

Trompe le Monde - Pixies

Cypress Hill - Cypress Hill

On Every Street - Dire Straits

(para Jota)

Hymns to the Silence - Van Morrison

Attack of the killer B’s - Anthrax

Wrech - Kyuss

 

En algunos casos son sólo indicios de lo que sería más tarde como puede ser el caso de Smashing Pumpkins que alcanzaría su cénit al año siguiente con Siamese Dream, o el caso de Kyuss.

Además de esos ejemplos destacar que en 1991 también salió a la luz el Dangerous de Michael Jackson, el Shepherd Moons Enya o The Enemy strikes black de Public Enemy.

Me quedarán más en el tintero pero no quiero alargarme mucho, no me gustan los post muy extensos.

Recordaros solamente que en 1991 no todo fueron buenas noticias, ese fue el año de la muerte de Freddy Mercury.

Ciao.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Estos días se está hablando de un par de temas de los que no me puedo quedar sin dar mi opinión, ¿que por qué? Pues porque me gusta tocar los cojones.

Uno de ellos es el de la quema de libros del Corán que un religioso estadounidense ha decidido hacer coincidiendo con el aniversario del 11-S.

Se trata del típico integrista yanki, de esos que rechazan la teoría de la evolución y esas cosas. De los que piensan que la homosexualidad es una enfermedad, todos conocemos el perfil de este tipo de gente.

El caso es que ante la sombría perspectiva que esa quema de ejemplares del Corán podría tener, tanto para los soldados americanos destinados en Afganistan como para el resto del mundo occidental en general, las autoridades estadounidenses iniciaron una serie de negociaciones o persuasiones con este individuo para que no llevase a cabo su plan. Parece que al final la sangre no llegará al río y el pastor no cumplirá su amenaza.

Pero lo que más voy a criticar de este caso no es la alocada idea del pastor en sí, que salvo a cuatro analfabetos de Iowa, Arizona o Florida, a los demás nos parece una aberración. Yo voy al hecho de que por ejemplo, miembros del F.B.I. acudiesen a su iglesia para disuadirle mediante la palabra de que se olvidara del asunto.

Me explico. Si por ejemplo un ciudadano americano, reconoce sus ideas comunistas, socialistas, castristas o stalinistas, y anuncia a bombo y platillo que va quemar ejemplares de la Biblia o de la constitución americana, tendría en mitad de la noche a un grupo de élite de los SWAT o el F.B.I. metiéndole un cañón de un fusil de asalto por el culo y llevándoselo a vete tú a saber qué prisión ultrasecreta para ser interrogado. Pero como es el pastor Terry Jones, no hacemos eso, hablamos con él.

En cuanto a Neira, se veía venir. Y que conste que todo lo que ha pasado no es culpa suya sino de la prensa. Él es como es, y punto. El problema es que se nos ha intentado vender algo que no era.

Repasemos, el principal mérito de Neira fue no saber encajar un golpe. Sí han leído bien. Lo digo porque él no fue el único que defendió a una mujer víctima de la violencia machista. Pero quedó en coma. A partir de ahí la maquinaria periodística vio un filón del que luego se aprovecharon los políticos sin pararse a preguntar cómo era este hombre. Todos daban por hecho que era un santo.

Poco a poco se mostró la verdadera cara del Neira… y no era la que más nos gustaba. Al final, una prueba de alcoholemia abre la caja de Pandora. Neira se desata del todo y comienza a decir lindezas como “si no puedo tomarme una cerveza prefiero morir”. La cerveza te la tomas si quieres, pero si después te subes a un coche y atropellas a un niño de cuatro años eres un sucio asesino hijo de puta, por mucha titulación académica que tengas.

Al final le ha pasado como a Ingrid Betancourt, que parecía muy buena y nos daba mucha pena y resultó una arpía cojonuda.

No se engañen, el verdadero héroe contra la violencia machista, nunca saldrá en las noticias, ni recibirá medallas. Pero eso no interesa a la prensa, la conspiradora en la sombra.

PREDATORS (2010)

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La película que hoy nos ocupa, Predators (de Nimrod Amtal), es una nueva muestra de la crisis de ideas que asola Hollywood en nuestros días.

Una vez más, se ha ido a lo fácil, a lo que ya funciona, para hacer un nuevo remake, o secuela, o como quieran llamarlo. En 1987 John McTiernan nos presentaba a un grupo de fortachones mercenarios en una selva frente a una criatura venida de otro planeta con aptitudes innatas para la caza. En 2010 Amtal nos coloca un grupo de profesionales del homicidio en una selva frente a no una, sino tres criaturas como las del primer film.

Con estos dos planteamiento prácticamente idénticos son obligadas las comparaciones. Si en 1987, el héroe era un Arnold Schwarzenegger en pleno apogeo, en 2010, tenemos a Manolete, es decir Adrien Brody, que por mucho gimnasio que se haya chupado, no da el pego del personaje. Añadir que físicamente y en medio de una selva, Brody tiene cierto parecido a Bear Grylls (El último superviviente).

Volviendo al planteamiento y a las comparaciones, las similitudes son numerosas entre los dos films, a saber, una chica, una ametralladora de esas que giran al disparar, una escena de un personaje mirando fijamente entre los árboles casi como intuyendo la presencia del Predator, y mi favorita, una casi-copiada de la escena del indio (los que sean fans de la peli del 87 saben a qué me refiero).

Dejando a un lado las comparaciones y centrándonos en la película, mostremos el argumento: un grupo de Predator ricos que se aburren de jugar al golf, contratan en una agencia de viajes alien, un safari de caza donde el hombre es la presa. ¡Toma ya!.

En el grupo elegido va a parar un soldadito (Brody) que es un crack, lo sabe todo a la primera, tiene una capacidad de síntesis extraordinaria. Para ser justos decir que a estas alturas de la saga todos sabemos como son los dichosos marcianitos y no tiene sentido alargar el suspense de cuánto tardan los personajes en saber a qué se enfrentan.

Pues bien, las presas van cayendo poco a poco, por supuesto. Pero hay algo a reseñar, los Predator se han vuelto perezosos. Si en 1987 uno sólo se merendaba a prácticamente todo el reparto, aqui hacen falta tres, y como supondréis sólo va a quedar uno para enfrentarse a Brody, por supuesto.

En conclusión, película de cadena de montaje, sin alardes, que gustará a los fans del género y punto. Ni pretende sorprender, ni mostrar nada nuevo. Es exáctamente lo que parece.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Zombies Nazis

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En ocasiones, el cine nórdico nos regala alguna perla. No es este el caso.

Cuando tenemos frente a nosotros una película de zombies hay dos opciones: reir o pasar miedo. En Dead Snow, que así se titula originalmente la película parece que nos vamos a encontrar con lo segundo, a juzgar por los primeros minutos del film, pero poco a poco nos damos cuenta que no es asi (da más miedo el oso de Toy Story 3 que los dichosos zombies).

La película comienza con todos los tópicos imaginables de historias de terror y asesinos de motosierra. A saber, un grupo de jóvenes se van de fin de semana a una cabaña en las montañas, cubiertas de nieve, sin cobertura en el móvil y gastando las típicas bromas de jovenzuelo a punto de ser descuartizado. Y por supuesto la manida frase: “os dije que teníamos que haber ido a la playa”.

La escasa originalidad del argumento (ya se que las pelis de zombies no ganarán muchos Oscar al mejor guion), se ve agravada con la ligereza con que se mete a calzador el origen nacionalsocialista de los muertos vivientes (algo que tal vez tenga más que ver con la publicidad que con la idea en si), un personaje sacado de la manga sin venir a cuento.

Los personajes son tópicos por lo que las interpretaciones no requieren grandes alardes, y amén que los actores no se han apartado de ese camino.

Según avanza el film vemos el verdadero interés del director, Tommy WirKola, hacer un buen puñado de escenas gore para disfrute de los amantes de las vísceras, aderezadas con ciertas dosis de humor negro que son bien acogidas, ya que para entonces te has despreocupado del todo y los protagonistas se han convertido como por arte de magia en asesinos profesionales de zombies.

A mi personalmente, los zombies me gustan para reir, y el escaso humor negro de que hace gala Zombies Nazis no me ha llegado.

En resumen, película sin pretensiones que de no ser por el origen germánico de sus no muertos habría pasado muy desapercibida.

domingo, 5 de septiembre de 2010

por Vila.

Con un guión basado en una serie animada para Tv creada por Michael Dante y Bryan Konietzko en 2005, M. Night Shyamalan nos presenta su noveno largometraje, el séptimo si nos olvidamos de Los primeros amigos (1996) y Prayin whith anger (1992), obras menores y primerizas del, injustamente denostado en mi opinión, director de origen indio.

Antes de nada, decir que primero vi todos los capítulos de la serie de Tv correspondientes al primer libro.

La serie consta de tres partes definidas: el libro del agua, (en el que se basa este primer film), el libro de la tierra y el libro del fuego. Dos libros estos últimos, en los que se basarán los dos próximos largometrajes, si es que dejan a su director, pues el proyecto está concebido como una trilogía.

El film comienza exactamente como la serie, con grandes expectativas. A partir de los cinco minutos la película prácticamente termina, se abandona a unas interpretaciones nefastas de prácticamente todo el reparto (de salvar algo sólo lo haría con Dav Patel, protagonista de Slumdog Millonaire), y a un montaje frenético al que un servidor asiste atónito. Pasan muy pocas cosas, los personajes nunca llegan a definirse en un, creo yo, horrible intento de plasmar en 103 minutos lo que son unos 450 de la primera parte de la historia en la serie de Tv.

El guión es confuso y los diálogos llenos de tópicos, la la impresión de que la película se queda a medio camino entre lo infantil y lo adulto sin tener claro hacia donde quiere ir.

En lo que no falla, si duda, es en su banda sonora, grande y excelsa para tan pobre film. James Newton Howard lo vuelve a bordar en su séptimo trabajo para el director.

Siento que mi primera colaboración es esta página sea para una mala película de un gran director. Lo cierto es que deseo fervientemente que se arremangue y paralice a todos esos críticos interesados con su gran talento en futuros proyectos, lo que está claro es que en esta ocasión les dio motivos.

Hasta otra.

 

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