miércoles, 29 de diciembre de 2010

lasculpasdemidas

Catorce años después de su publicación, podemos leer en castellano esta novela de Pieter Aspe, que en realidad se llama Pierre Aspeslag.

La novela se desarrolla en la ciudad natal del autor, Brujas. Motivo este por el que me decanté en su día por comprarlo, no en vano, este verano estuve visitando Flandes.

Su protagonista es el comisario Van In, policía con problemas financieros y de alcoholismo, que deberá resolver un caso donde están involucrados importantes empresarios y jueces con antepasados nazis (tema que me fascina como algunos ya sabréis).

El argumento es el siguiente: un turista alemán (¿por qué siempre le pasa todo a los turistas alemanes?) es hospitalizado tras una agresión y fallece. Posteriormente a este hecho, una bomba destruye la estatua de Guido Gezelle. Las autoridades, no descartan que se trate de un atentado perpetrado por grupos independentistas valones.

Durante la investigación, Van In se topará con importantes magnates y políticos con oscuros secretos y planes económicos.

Lo cierto es que he tardado en leerla más que otras novelas de estas características, lo que os da una muestra de lo que me ha parecido. No me he sentido cómodo leyéndola, y no sólo por los errores de la edición en castellano que llegan a rayar lo absurdo. Sus diálogos me han parecido confusos y en ocasiones he encontrado incongruencias que tal vez se deban (espero) a la traducción.

La historia ha tardado en engancharme, debido en parte al número de páginas transcurridas sin que pase prácticamente nada.

No ocupará un lugar destacado en mi biblioteca.

sábado, 18 de diciembre de 2010

los-gritos-del-pasado-199x300

Camilla Lackberg nos trae, en su segunda novela, a los mismos protagonistas de La Princesa de Hielo, Patrik y Erica.  En esta ocasión, el protagonismo se lo lleva Patrik, pues Erica apura sus últimas semanas de embarazo y no está para muchos misterios.

Lackberg vuelve a situar el epicentro de su novela en Fjällbacka, su ciudad natal. Algo que al parecer es común en las escritoras suecas, pues Asa Larsson circunscribe sus historias en su Kiruna natal.

Al igual que ocurriese con La Princesa de Hielo, un crimen actual tiene conexiones con sucesos del pasado que vuelven al presente para ser esclarecidos.

En este caso, el cadáver de una turista alemana es encontrado junto con los restos de otras dos chicas desaparecidas veinticuatro años atrás, con lo que los secretos de una familia se verán forzados a salir a la luz.

El estilo de Lackberg es conocido, no sólo se centra en la trama principal sino que nos narra las vivencias de los personajes en primera persona, aún cuando no tienen que ver con el caso. Eso dota a la novela de un cierto aire de “tiovivo” donde vas saltando de una trama a otra, de un personaje a otro, lo que, en un primer momento, me resultó algo cargante pero a lo que uno se acaba acostumbrando.

El primer tercio del libro me pareció lento e incluso un poco aburrido. Me dio la sensación de que consumía hojas y hojas sin que sucediese nada interesante. Después comienzan a sucederse hechos y descubrimiento que ya nos permiten tener nuestras propias hipótesis y comenzar el juego de misterio.

En principio me ha gustado más que La Princesa de Hielo. Aún así, y a pesar de su fácil lectura, no la tengo por una de las mejores novelas que he leído.

martes, 14 de diciembre de 2010

submarino-cartel

Película danesa que nos cuenta la historia de dos hermanos que llevan una vida atormentada y autodestructiva debido a una infancia marcada por, una madre alcohólica y un trauma del pasado.

Vinterberg nos muestra la vida de los dos hermanos por separado. Primero NIck,  el hermano mayor (francamente bien interpretado por Jakob Cedergren). Personaje duramente marcado por su infancia, duro, aparentemente impasible, pero en que atisbamos una humanidad y ternura que se esfuerza por controlar. En su rostro no encontramos el más mínimo rastro de sentimientos. La ira, contra sí mismo y los demás, parece ser el único sentimiento que Nick parece dispuesto a demostrar. Aún así, reconocemos en él, una persona que podría haber dado tanto amor de no ser por su pasado...

Su hermano menor, no tan fuerte, es un drogodependiente que tras la muerte de su esposa, debe hacerse cargo en solitario de su hijo. Si en Nick encontramos un hombre duro con un buen fondo oculto, su hermano nos inspira ternura desde el principio al ver el cariño que siente por su hijo, a pesar de sus errores como padre, debido a su adicción.

A ambos hermanos se les presentan oportunidades para salir del infierno sentimental en el que viven, pero, a bien no saben o no quieren aprovecharlas. Las heridas emocionales son más dolorosas que las físicas, y sus secuelas, aunque menos visibles, más duraderas.

A mi modo de ver, al film le falta algo. Te pasas los 105 minutos que dura esperando algo más de lo que muestra. Aún así interesante film sin artificios.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ladrones

Un grupo de ladrones salidos de un anuncio de Martini se dedican a robar bancos para vivir como ricachones e invertir dinero en el índice Nikkei.

Con ese planteamiento de base, John Luessenhop nos propone un filme de ladronzuelos a medio camino entre The Italian Job y Heat, salvando las distancias.

La película tiene todos los ingredientes del género. La banda. El hombre del pasado que propone un plan. La escasez de tiempo. La mafia rusa. Un policía con problemas, personales y con asuntos internos. Una chica florero. Vamos que el Oscar al mejor guión original no se lo van a dar.

El reparto está plagado de guaperas como Paul Walker y Hayden Christensen. Actores que nunca fueron gran cosa y han venido a menos aún, Matt Dillon. Y un Idris Elba al que los fans de The Wire reconocerán por su personaje de Stringer Bell. En cuanto a la chica florero, tenemos a la guapísima Zoe Saldana.

Lo que dije antes de que se parecía a The Italian Job, no lo digo yo, lo dice el mismo guión. Los propios personajes presentan su plan como “un golpe a lo Italian Job”. Lo de Heat, ya es otra cosa. Tiene algunas similitudes pero no se pueden comparar ni a leguas.

No me extiendo más porque tampoco hay mucho más de decir. Película fácil y previsible que no te debes perder si tu sueño es ser sastre y confeccionar trajes.

domingo, 12 de diciembre de 2010

biutiful-poster

Hórribol, térribol y asquerósibol. Unos días después de verla tengo la perspectiva suficiente para criticarla.

Descripción pesimista y contemplativa de las miserias de la condición humana. Se que a veces es necesario otear el lado oscuro de la enferma sociedad en la que habitamos, pero estoy seguro de que con pesimismo y crudeza no se podrá curar, si el medicamento es Iñárritu, estamos bien jodidos.

Bardem, inmenso como casi siempre, se mete de lleno en la piel de un personaje totalmente contradictorio, que es tan capaz de sobresalir como figura paterna que adora y protege a sus hijos, como de comercializar con personas, y aprovecharse de un don que le ha sido otorgado de forma divina, sin ningún tipo de escrúpulos.

Los 145 minutos que dura el film son de un tremendismo tan intenso, que al final acabo exhausto, triste y lamentablemente tan resignado, que ni afloran las ganas de que algo cambie, y ese es el problema.

Que hay mucha gente explotada lo sé, y que nuestros hijos pagan injustamente por nuestros pecados también, pero Alejandro, no puedes pretender que me quede llorando y hecho una puta mierda tirado en un sofá, con el único consuelo de que hay otra vida mejor después de esta, ojalá sea así, pero chico mientras tanto no puedes rendirte de esa manera.

Esta película rezuma resignación y tristeza por los cuatro costados. Si estas alegre no seas tonto, no la veas, no es lo que necesitas. Si estás triste allá tu.

A mí no me gustó.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

un_hombre_soltero

Sensual, contemporánea, elitista, pretende más de lo que consigue, pero no la desdeñes. Tom Ford ha venido para quedarse, nunca una ópera prima albergó tanto estilo.

George a perdido a Jim, el amor de su vida, en un accidente de tráfico, y con ello lo ha perdido todo. Su vida que a nosotros se nos antoja interesantísima, para él ya no tiene ningún sentido, y solo espera conseguir las fuerzas suficientes, para pegarse un tiro de mierda y acabar con todo recuerdo.

Mientras tanto ,da clases de literatura en una universidad, queda a menudo con Charley (Julianne Moore) su amiga y enamorada  de los tiempos de adolescencia, que aunque hermosa es igual de atormentada que él. Y por supuesto es cortejado por Jon Kortajarena, del que pasa por no se sabe cual puto motivo, pero que sin duda no será entendido por el 99% de las mujeres que pueblan este asqueroso y superficial mundo.

Colin Firth se gusta en este relamido y evocador film, totalmente deudor del modernismo de Sofia Coppola, y del clasicismo de Sam Mendes, para trazar un personaje tan ambiguo como transparente, que no consigue desnudarse del todo, pero que transmite una intensa y sexual sensibilidad de la que no me será fácil olvidarme.

Logra de forma totalmente diferente a Harvey Milk todo lo que pretende, nuestro más profundo respeto y amor por el mundo homosexual y sus dificultades.

lunes, 6 de diciembre de 2010

dm

Michael Sheen protagoniza de forma eficiente este divertido biopic, sobre algunos de los momentos más importantes en la vida de Brian Clough, uno de esos personajes irrepetibles, por queridos-odiados y respetados que ha dado el Football británico.

La aparición de este  irreverente, locuaz y mordaz joven, supuso un verdadero soplo de aire fresco para un deporte basado en primitivas tácticas e incluso en sucias formas, representadas por Don Revie, el técnico del momento del Leeds United, equipo triunfador de la década de los 70.

El film nos muestra con una serie de flash-backs, los acontecimientos que llevaron a Clough, a aceptar entrenar al equipo anteriormente dirigido por el infame Revie, y los motivos por los que solo permaneció 44 días en el cargo. Su visceral odio por Revie y sus tácticas, junto con sus tremendas ganas de superar sus logros, supusieron su separación momentánea de Peter Taylor, (fiel amigo-ayudante, interpretado entrañablemente por Timothy Spall) y sin el que su futuro cometido estaba totalmente avocado al fracaso.

Clough y Taylor pusieron en órbita al Derby County, al que cogieron en la segunda división inglesa, y en 4 años le hicieron campeón de la Premier League, pero los problemas con su directiva y mas explícitamente con su presidente, le hicieron abandonar de forma traumática el club, y acabar por entrenar al equipo de su odiado Revie, que abandonó Leeds para entrenar a la selección inglesa. Allí sin Taylor y con un equipo y una afición que aún veneraban a Revie, fracasó completamente y fue despedido después de 44 días en el cargo. "Hoy es un día espantoso...para el Leeds United" dijo en su despedida, y vaya si lo fué.

Clough acabó por volver junto a Taylor, y aceptar el desafío más bonito que se puede conseguir en fútbol. Volvieron a segunda división con el Nothingam Forest y en 4 años lo subieron a la premier para ganarla, junto con la copa inglesa y 2 copas de Europa consecutivas, algo que nadie había conseguido  y que viendo los tiempos que corren en fútbol donde el dinero es el que te facilita los títulos nadie conseguirá jamás.

Pero esto ya no nos lo enseñan en el film y es lo que más hecho en falta. La peli podría haber tratado con mayor profundidad estos irrepetibles momentos, el homenaje podría haber sido aún más grande, para este único y legendario entrenador, que murió alcoholizado en septiembre de 2004, y al que no le faltan discípulos. El mismo Mourinho bebe de su fuente en relación a polémicas declaraciones y tácticas de motivación, salvando las distancias claro, que son prácticamente insalvables.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Se_Lo_Que_Estas_Pensando

La primera vez que tuve conocimiento de esta novela fue a través de mi tía Ana, que me habló de un escritor estadounidense del que había visto un reportaje en el programa Miradas 2.

Al día siguiente me encontraba en la sección de literatura negra de la FNAC leyendo la contraportada del libro, intrigado por su enigmática sinopsis.

A groso modo, un hombre recibe una carta pidiéndole que piense en un número. Junto con la carta hay un sobre en el que está escrito el número exacto en el que había pensado. Y lo que en principio parecía un caso de chantaje se convierte en un asesinato.

He de reconocer, que al leer el argumento del libro, tuve sensaciones contradictorias. Por un lado estaba intrigado y tenía ganas de comprar el libro. Por otro lado, tenía la sensación de encontrarme ante un tráiler de una película de M. Night Shyamalan, que siempre acaban decepcionándome un poco debido a las elevadas expectativas que me hago. Es por ello, que tardé aún unas semanas en decidirme a comprarlo.

Y fue todo un acierto.

Verdon, nos sumerge en una historia fascinante, sin artificios. Su protagonista, David Gurney, es un policía retirado cuya principal arma en su intelecto. La historia se resume a un juego de ingenio entre el asesino y Gurney (simplificando un poco), donde el lector está invitado a participar de forma activa.

Durante la novela, surgen interrogantes sobre los que tenemos la oportunidad de formular nuestras propias teorías, pues caminamos siempre al mismo ritmo del protagonista. No se nos oculta nada, sabemos lo mismo que los personajes, convirtiéndose el libro en una especie de recolección de acertijos, que unas veces solucionaremos y otras hará que digamos “claro, cómo no se me ha ocurrido antes, es lógico”.

Eso, unido a la adictiva forma de escribir de Verdon, hace que tengamos la necesidad de leer un poco más cada vez, resulta difícil llegar al punto de decir: “bueno, lo dejo aquí y sigo mañana”.

Novela casi cinematográfica. En algunas fases del libro casi visualizaba cómo resultaría si David Fincher llevase el guión al cine.

Dos grandes noticias. La primera es la novela en sí. La segunda es la irrupción en la escena de un autor como Verdon, del que cabe esperar grandes obras. De momento ya ha firmado una segunda novela. Espero que mantenga el tipo.

domingo, 28 de noviembre de 2010

aurora-boreal

Tras leer La Princesa de Hielo de Camilla Lackberg, decidí  seguir con la novela negra sueca. En gran cantidad de blogs y páginas de literatura, hablaban maravillas de otra escritora, Asa Larsson, así que me decanté por su primera novela, Aurora Boreal.

Voy a ir al grano, me decepcionó. Tal vez me había creado unas expectativas demasiado altas y he sido demasiado exigente con la autora de Kiruna.

Lo cierto es que no me ha llegado en casi ningún momento. La trama no me sedujo. Los personajes no me han dejado huella. Tampoco se puede pretender encontrar a un Bernie Gunther o un Philip Marlowe en todas las novelas policiacas, pero sí que espero personajes de calado que dejen su impronta.

Durante un primer tercio de la novela, no pasa nada relevante para mi gusto. De pronto cierras el libro y al mirar su lomo te das cuenta del número de páginas que has consumido sin tener ninguna idea clara en la cabeza. Llegué a preguntarme qué había estado leyendo los dos días anteriores.

En cuanto al ritmo narrativo y la forma, lamento decir que el estilo de Larsson no me resultó cómodo. Cierto que su lectura es rápida , pero la excesiva utilización de frases encomilladas para que conozcamos los pensamientos de los personajes en medio de una conversación, así como párrafos inconexos en los que los personajes y las localizaciones saltan, me resultaron extrañas.

En cuanto a la trama (tranquilos no voy a desvelar nada), Larsson nos presenta el horrible asesinato del predicador Viktor Strandgård. A partir de ahí nos adentraremos en el cerrado mundo (frío y nevado como no podía ser menos) de las congregaciones religiosas y sus secretos. No os digo nada más, tranquilos.

En conclusión. Esperaba más de esta autora, pero no hay que olvidar que esta es su primera novela y a buen seguro que, a pesar de esta primera impresión, le daré otra oportunidad.

Eso sí, tendrá que esperar, de momento voy a abandonar Suecia por algún tiempo y cruzar el Atlántico para leer la primera novela de John Verdon.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Animal_Kingdom_

Con una sensación de que no había dejado indiferente a nadie, salí del cine anteayer noche, y es que no pude tener más suerte en la elección de la segunda proyección, a la que asistía en el Festival Internacional de Cine de Gijón.

David Michôd da en el clavo con su, aunque no lo parezca, opera prima.

Josh (James Frencheville) busca la protección de su abuela y sus hermanos mayores tras la muerte de su madre por sobredosis . Poco tiempo va a necesitar, para darse cuenta que protección precisamente, no es lo que  va a encontrar dentro de su, para él, desconocida familia.

Dedicada por completo a la delincuencia y a intentar salvarse el culo constantemente, la familia comienza a hacer aguas tras la intensa persecución, a la que se ve sometida por las fuerzas policiales. Josh se ve envuelto en el centro de un gran cúmulo de circunstancias (traición,engaños y violencia), que terminarán por moldear totalmente su peculiar personalidad.

David Michôd bebe directamente de las fuentes de James Gray, Scorsese, y del Heat de Michael Mann para componer este duro e intenso thriller, que critica abiertamente y sin concesión alguna, la podredumbre en la que la sociedad global está inmersa. Si horribles son los actos de esta corrompida familia, no lo son menos las actuaciones de las fuerzas del orden, que se aprovechan con descaro de la impunidad que la sociedad les otorga, para justificar su falta de escrúpulos en la consecución de sus fines. Realmente no acabas de saber nunca quienes son peores.

Si bien el montaje no es perfecto, ni su guión redondo, sí estamos ante una película sobria, dura y efectiva que no pasará desapercibida para la mayoría de sus espectadores.

Buenas interpretaciones, a destacar James Frencheville, este joven sin apenas experiencia y con unas pocas clases de teatro a su espalda, sorprende con una interpretación serena pero versátil, que le pone en el lugar merecido de promesa hecha realidad. Y con un Guy Pearce que sí tira de experiencia para conseguir sacar adelante con solvencia su papel de policía impotente y resignado, a merced de una sociedad incomprensible que ni se esfuerza por cambiar.

Buena película, buenas perspectivas.

domingo, 21 de noviembre de 2010

la_princesa_de_hielo

Hace unos días, estaba yo, como de costumbre, dando una vuelta por FNAC en los aproximadamente treinta minutos que me quedan libres tras comer en el trabajo.

Buscaba un libro. Una novela. Una cualquiera. No tenía nada concreto en mente, tan sólo buscaba algo sencillo tras mi lectura de “El Día D” de Anthony Beevor. Un buen libro sobre la Campaña de Normandía, digno de disfrute.

Lo que pasa con ese tipo de libros, es que son bastante densos. Me explico. Te encuentras bastante a menudo con párrafos repletos de enumeraciones de unidades militares y generales. Y aunque los disfruto de principio a fin, después de leerlos, necesito a veces, algo más tranquilo.

Total, que allí estaba yo. Ojeando libros de novela policiaca buscando algo que me llamase la atención. Y entonces me di cuenta de la gran cantidad de autores suecos que tenemos actualmente en el mercado escribiendo novela negra.

Al archiconocido Stieg Larsson, o al prolífico Henning Mankel, podemos añadir autoras como Asa Larsson (dicen que su Aurora Boreal es de lo mejor del género), Mari Jungstedt, o Canilla Lackberg. Y eso por citar a los más conocidos.

Hay un auténtico boom de la literatura nórdica. ¿Por qué?. Tal vez tenga algo que ver con el ambiente oscuro e invernal que asola la zona en los meses de invierno. La nieve, la oscuridad, las calles desiertas debidas al frío, todo ello son ingredientes perfectos para la novela negra.

O tal vez no, ¿qué sabré yo?. En este enlace podéis leer una pequeña entrevista a tres de estas autoras suecas que entienden muchísimo más del tema que yo.

Total, que al final me decanté por hacerme con La Princesa de Hielo, de Camilla Lackberg.

Fácil de leer, con un ritmo narrativo fluido. Pero sobre todo sobrio. Aquí no hay superpolicías que saben todo de todo. Tampoco hay superasesinos en serie que juegan con nosotros. Lo que nos encontramos es un asesinato tal cual, sin florituras ni alardes. No importa cómo ha muerto, queremos saber por qué a muerto. Se agradece la verdad.

La presentación de los personajes es interesante. No descubrimos nuevos caracteres al mismo tiempo que la protagonista, sino de Lackberg nos brinda la oportunidad de adelantarnos. La protagonista, Erica, es completamente creíble al igual que el resto de personajes de la novela. Erica descubre cosas antes que nosotros, lo que nos hace devorar algunas páginas más. Pero nosotros también conocemos, en ocasiones, hechos que ella desconoce, y esperamos expectantes, su reacción.

En definitiva, una novela fácil, que no requiere gran esfuerzo por parte del lector. Si eso es lo que buscas, esta puede ser una buena elección.

sábado, 20 de noviembre de 2010

barack-obama-bw

Cuando el 4 de noviembre del 2008 Barack Obama gano las elecciones a Presidente de los Estados Unidos, se dijo: “ha llegado el cambio”. Pues casi que no.

Diluyéndose en su retórica bienintencionada, su posición (salvando las distancias, su lenta devaluación se va asemejando cada vez mas a la de Zapatero en España) va quedando en tierra de nadie. El problema de Obama es que su personaje era valido para ganar unas elecciones, de por si, en el contexto perfecto para su triunfo: el desgaste de la política exterior de George Bush y su ideología Neoconservadora, el retroceso de la economía americana y la propia inoperancia del presidente saliente necesitaban de un cambio.

Lo que la gente no ha querido ver o no quiere ver, es que una cosa es la historia del hombre que llega a la política y otra muy distinta, la política que puede desempeñar ese hombre en el país más poderoso e influyente del mundo. Quizás cara al interior de su país, su ideario pueda producir algún cambio (la reforma sanitaria entre otras medidas) pero la historia de Estados Unidos durante el siglo XX, sólo puede entenderse (como toda gran potencia a lo largo de su historia) desde los movimientos de su política exterior, y ahí Obama, tiene poco o nada que decir.

Como el resto de Presidentes Americanos, la maquinaria real que mueve todas la piezas es y será la C.I.A ( que se lo pregunten a Kennedy cuando destituyo a Allen Dulles) y, o uno, Obama cambia la idiosincrasia de la Agencia Central de Inteligencia, o dos, todo continuará con su intervencionismo en regímenes democráticos de cualquier parte del mundo con todo lo que conlleva (secuestros, asesinatos, propaganda sucia, dinero destinado a desprestigiar al presidente de turno… en definitiva: un golpe de estado).

Esta por ver lo de Correa en Ecuador, pero huele a eso, un golpe de estado organizado por la Agencia. Todos los pasos se asemejan demasiado a los de Chile con Salvador Allende o Jacobo Arbenz en Guatemala. No hay nada que más haga temblar las estancias gubernamentales y económicas americanas, que el liderazgo de un partido de izquierdas con lo que ello conlleva: la nacionalización. Uno de los desencadenantes del golpe de estado en Chile fue la nacionalización del cobre por parte de Salvador Allende. Era demasiado dinero el que se podía perder; y hubo que intervenir.

Resaltar que uno, sino el mas importante ideólogo de toda la operación fue: Henry Kissinger, futuro Nobel de la Paz y también instigador de la “Operación Cóndor”… casi nada. Por eso, que uno no deja de sorprenderse con toda esa corriente de “buenrollismo” y “esperanza” que surgió a raíz de la elección de Obama como Presidente de los Estados Unidos de América. ¿En que pensaban?, todo seguirá igual, apuesten por ello.

De Bill Clinton, el anterior presidente demócrata, y con una imagen, también, de buena y afable persona, nos queda la excelente posición económica en que dejo a su país y como borrón el “caso Lewinsky”, pero todos ignoran, que el, tampoco pudo o quiso cambiar nada. En 1998 ordeno el bombardeo a la Planta farmacéutica al- Shifa en Sudan, resultado: miles de muertos. Y es aquí donde radica el gran problema. La política exterior americana tiene unos mecanismos férreos de ataque y defensa que, ni Clinton quiso o pudo cambiar, ni Obama podrá o querrá cambiar.

Y mientras ese cambio no se produzca, nos queda ese leve toque “Rosa Parks” que la gente adora en el presidente americano y su perfecta dialéctica. Pero nada más.

viernes, 19 de noviembre de 2010

asturianus

Spelter (pequeña población situada en Virginia Occidental, en el sur de los Estados Unidos) acoge en su seno un buen puñado de historias. Historias de gentes anónimas con un pasado común. Historias de esas que se olvidan inevitablemente con el paso de las generaciones, si es que no hay nadie que aparezca por sorpresa para rescatarlas del pozo del olvido. Pues bien, ha aparecido.

El joven realizador asturiano Luis Argeo se sumerge en las profundidades de los recuerdos de ese puñado de paisanos suyos (o nuestros, mejor dicho), que se vieron obligados a abandonar su Asturias natal para conseguir ganarse el pan a un lugar, que aunque lejano en distancia, no difiere tanto en cuanto a paisaje y condiciones de vida de lo que ya conocían.

Como ellos mismos exponen, el trabajo es parecido, (explotación y comercialización de zinc y derivados) mucho y mal pagado.

Estas gentes y sus recuerdos son los únicos protagonistas de este entrañable proyecto. Entrañable sobre todo, para los que vivimos a tan pocos metros de ese pasado, que aunque lejano en el tiempo, nosotros presentimos cercano.

Argeo firma este respetable documento, huyendo de sentimentalismos y edulcorantes en los que es muy fácil caer y consigue llevarme, durante 52 minutos a recordar esas largas y bonitas conversaciones con mi abuela en las que con ojos como platos y partida de brisca de por medio, tanto me gustaba sumergirme.

Gracias y mucha suerte (o mierda, como usted quiera).

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Roman Polanski, Woody Allen… y ahora Sánchez Drago, personajes polémicos, al menos en cuanto a su vida sexual, pero que, han recibido la permisividad del mundo intelectual en algunos casos y político en otros.

Delirante, en primer lugar la soflama que se marco Pedro Almodóvar en defensa de Polanski, un personaje que drogó y abusó de una menor para después huir de la justicia. No le quedo más argumento a “Pedrito” que defender al director-violador polaco hablando de la situación de Guantánamo y demás inutilidades dialécticas. Llega a ser realmente ofensivo, la defensa de un compañero de su gremio por parte de estos energúmenos.

El caso de Woody Allen tiene unas características más sociológicas, ya que es la misma sociedad la que obvia, ignora o se desentiende del acto cometido por el director judío al casarse con la hija adoptiva de su mujer. No quiero pensar si esto lo hace, no sé, un ciudadano de a pie o por buscar notoriedad: un político. Seria lapidado, como poco, social y mediáticamente. El enano judío, eso sí, tiene hasta una estatua en Oviedo, “Homenaje al incesto” se llama.

Y bueno lo de Sánchez Drago está por ver, no perderé el tiempo con él. Solo destacar la defensa que hacia el tuvo “Doña Espe”, llegando incluso a nombrar a su propio tío Jaime Gil de Biedma en su alegato para salvaguardar, al que al fin y al cabo es un trabajador de su televisión. Menos mal que al “monstruo de Amstetten” no le dio por escribir o dirigir.

El doble rasero de esta sociedad adormecida y de unos medios de comunicación condescendientes y políticamente correctos según con qué o con quién, me lleva a pensar en la masacre que sí recibió (en vida, ahora ya es un mártir más) Michael Jackson, el acoso al que fue sometido a nivel patrio Antonio Puerta por el suceso con Jesús Neira o el final de la carrera en Hollywood de Rob Lowe o Paul Reubens (Peewee Herman) por sucesos, si cabe, de menor calado moral que los antes citados. Así es el mundo, así va y eso es todo que tenemos.

Y esto es, en definitiva, lo que de verdad me toca los cojones.

lunes, 15 de noviembre de 2010

The Village-01

Tres meses después de caer en la decepción (que aunque prácticamente esperada no deja de ser decepción) con el último proyecto de M. Night Shyamalan (The last airbender, 2010) me gustaría romper una lanza en favor del talentoso director indoamericano, y refrescaros la memoria con "El bosque".  Film de impecable factura y cuarto proyecto digamos serio del señor M. Night.

En Pennsylvania, en los aledaños de un hipnótico bosque, conviven una comunidad idílica de personas, atemorizadas por unas criaturas con las que en principio, han llegado a un pacto de no agresión.

Tras esta sinopsis básica, se esconde una hermosa y perfectamente rodada, obra mayor de un director valiente y único. Un ejercicio en el que el tema del miedo y de la manipulación moral son mostrados explícitamente, pero de un modo tan sutil, que hace que mi cabeza entre en conflicto permanente.

Film premonitorio y tremendamente crítico con los confusos tiempos que corren, en los que se justifican invasiones, guerras y mentiras de todo tipo en pos de un bien mayor común, precisamente, puede ser que por cuestionar estas actitudes, Shyamalan sea maltratado por la inmensa mayoría de la conservadora crítica norteamericana.

Pero no sólo de mentiras habla esta película, también lo hace de miedo o más bien de miedo al miedo. Aquí presentimos a las criaturas como a terroristas amenazantes y como ellos, también invisibles, que pretenden terminar con la idílica forma de vida basada en el bienestar común y en la ausencia de conflictos, pero con los que sin embargo, aunque de un modo irreal, se ha negociado.

Espacio hay para el amor en esta obra redonda, un amor que representa lo real, la verdad que desafiará todo y a todos hasta conseguir su verdadera salvación. El plano secuencia en el que Joaquin Phoenix salva a su enamorada (Bryce Dallas Howard) del ataque de una de las criaturas, está rodada de una forma tan elegante y bella que no hacen más que completar de forma magistral lo que unos diálogos intensos y preciosos ya venían haciendo presagiar.

La forma supera aquí a cualquier interpretación, si bien Phoenix cumple con nota y William Hurt y Sigourney Weaver aprueban, son Adrien Brody y Bryce Dallas Howard los que se llevan el gato al agua.

Una mas que decente banda  sonora, a cargo de James Newton Howard, completan un sobresaliente e irrepetible trabajo repleto de oro, de puro oro de ese que a veces, Shyamalan es capaz de encontrar.

En fin, que larga vida a M.NIGHT SHYAMALAN y por favor, vuelve pronto.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Guy_Ritchie_Revoler

Una de las cosas que más me atraía de esta película, a parte de quien la dirige, es la disparidad de opiniones que me encuentro sobre ella a poco que indago  por la red. 

Me extraña bastante una crítica denostándola, y justo debajo, otra subiéndola a la categoría de obra maestra, imagino que será cuestión de los gustos, que como ya sabemos haberlos hailos y muy dispares.

Pues yo me quedo en el medio, para mí ni lo uno ni lo otro. Si bien es una película ágil y tensa con un ritmo frenético, también su guión es bastante confuso, algo extraño en su autor, que suele no dejar cabos sueltos ni mucho campo libre a nuestra imaginación.

Esto es puro cine de autor, surrealista, y resulta más eficaz. Recrearse con algunas de las escenas y diálogos a los que Guy Ritchie nos tiene acostumbrados, solo por eso, la peli merece la pena.

Jake Green (Jason Statham) sale de la cárcel en la que se ha pasado más de un lustro dispuesto a vengarse de Dorothy Macha (Ray liotta), por algo que no sabemos y que por lo visto al señor guionista le importa  una mierda que sepamos.

A partir de ahí una serie de personajes de esos carismáticos y absurdos, que tanto le gusta trazar a Ritchie, ayudarán o perseguirán al atormentado protagonista.

Jason Statham está correcto, como siempre, en manos del director británico (no le he visto en ninguna otra) y Ray Liotta cumple con nota en su papel de capo desbordado por los acontecimientos.

La banda sonora es buena y sobre todo prestad mucha atención al desarrollo de la escena final, en la que el protagonista atrapado en un ascensor, lucha con todas sus fuerzas contra su ego, me recuerda un  poco al club de la lucha pero también rodada con una maestría envidiable.

De eso va la peli, de ego y de maestría, que al señor director le sobra de ambas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

violetaspalidorequiem alemanunos por otrosllama misteriosasi los muertos

Hoy, y aunque no es habitual, voy a hablaros de un libro. Bueno, mejor dicho se trata de seis, de la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective privado Bernhard “Bernie” Gunther.

En 1989, el escritor escocés Philip Kerr publicó Violetas de Marzo, en 1990 Pálido criminal y en 1991 Réquiem alemán. Estas tres obras fueron conocidas como Berlín Noir. Años más tarde, retomó la serie con otras tres publicaciones: Unos por otros (2005), Una llama misteriosa (2006) y Si los muertos no resucitan (2009), este último III Premio Internacional de Novela Negra.

Kerr nos presenta a Bernie Gunther, un ex policía berlinés, un antiguo miembro de la KRIPO (Kriminalpolizei, o policía criminal germana dirigida por Arthur Nebe, un criminal de guerra nazi responsable durante la guerra de la muerte de miles de judíos) que ejerce de detective privado en el Berlín de los años treinta.

En sus novelas, Kerr nos introduce magistralmente en la Alemania Nazi. Nos transporta a los lugares claves de la capital germana como la Alexanderplatz,  Friedrichstrasse, Königsplatz o Unter den Linden, y coloca a su protagonista, y por extensión a nosotros mismos, frente a personajes tan relevantes de la época como el mencionado Arthur Nebe, Reindhad Heydrich, o los mismísimos Hermann Goering o Heinrich Himmler entre otros.

Gunther es un tipo duro, que sabe dar golpes, pero que también ha de encajarlos. Kerr lo machaca en el Berlín anterior a la guerra, en la Alemania de postguerra e incluso en el exilio sudamericano. En todos esos momentos, Gunther debe aprender a tratar y contentar a los poderosos personajes con que se topa para conseguir su objetivo, pero en la mayoría de ocasiones, simplemente para seguir respirando. Pero sobre todo, es un personaje irónico, con la lengua afilada, que no teme decir lo que piensa, cosa peligrosa, teniendo en cuenta cuándo y dónde le ha tocado vivir.

Los casos a los que  Gunther se enfrenta, deben su complejidad a sus autores y su contexto, y no a los entresijos forenses tan de moda hoy en día. La complejidad científica y de método de otros títulos, es sustituida aquí por un entramado de personajes y situaciones históricas que son el verdadero alma de las novelas.

Como obras policiacas, puede que Berlín Noir no sea precisamente la serie de novelas más apasionantes, pero para aquellos aficionados a la Segunda Guerra Mundial y el Nazismo, es una oportunidad única de adentrarse en esa oscura y a la vez fascinante etapa del siglo XX.

domingo, 7 de noviembre de 2010

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The Wire y Los Soprano, posiblemente las dos mejores series que ha dado la televisión en esta época dorada que vivimos.

Siempre he pensado que The Wire la podía haber rodado Sidney Lumet o Scorsese y Los Soprano Francis Ford Coppola o James Gray.

Mientras The Wire tiene la pulsión del cine americano policiaco de los 70 ( French Connection, los nuevos Centuriones o sobre todo, El príncipe de la Ciudad de la que es muy deudora), Los Soprano está más cercana a la veta clásica de El Padrino de Coppola. Es decir, mientras los Soprano parte de la familia como núcleo central de la trama, en The Wire es la calle y su paisaje urbano la espina dorsal del argumento, expandiendo su porquería hacia todas las escalas sociales, políticas y gubernamentales.

Las dos tienen en común el magnífico y sólido guión que las sustenta, solo hay que apreciar que ambas series tienen variados directores durante sus temporadas y aún así no se notan altos y bajos en su desarrollo narrativo.

No podría escoger entre ambas. Las dos son magnificas y necesarias. Los Soprano disgrega todos lo bueno y malo que el ser humano lleva dentro: La ambición, el afán de poder, la traición, la codicia; pero también: la lealtad, la amistad o la pasión. Por su parte The Wire, arrasa con todo lo que se pone por delante: el sistema educativo, la corrupción política, el sensacionalismo periodístico, el paroxismo de las instituciones públicas; todo queda retratado bajo la mirada acida y veraz de esta excelente propuesta.

Lo más desolador, es la constatación de que esa realidad es la nuestra. El Caso Gurtel, el Caso malaya, el Caso Faisán y tantos y tantos otros podrían ser argumento de algún episodio de estas dos series. ¿Acaso Juan Antonio Roca no podría ser Tony Soprano y el Señor Camps el senador Clay Davis?.

EL GRAN MIERCOLES

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Hay películas con las que, por alguna extraña razón, sientes una cercanía y debilidad especial. . No son muy valoradas, pasan inadvertidas o simplemente no son comprendidas. Yo tengo la mía: “El Gran Miércoles”.

Rodada en 1978 por el denostado director estadounidense John Milius, es a mi modo de ver, una de esas joyas escondidas, que quizás sea redescubierta y valorada en su justa medida.

Película crepuscular, otoñal e inmensamente nostálgica. Tildada como mera película de surf, “El Gran Miércoles” es mucho más que eso, por no decir que es todo menos eso. A poco que se rasque un poco, uno se encuentran con una película personal, emotiva y romántica. Retrato de un paraíso perdido (la juventud),de la amistad, de un pasado que ya nunca vuelve.

Los personajes del largometraje sólo encuentran refugio en el lenguaje que dicta el océano, fuera de el comprenden el paso irremediable del tiempo, el fin de una época y como al final es la soledad la única compañía del hombre.

Destacar la voz en off que resalta los cambios de estación, el goteo de días; horas; años. El final en el que Matt Johnson ( un olvidado Jean Michael Vincent) busca su redención. Y la estupenda partitura de Basil Polidouris.

Con los años la película va ganando adeptos y hasta el propio Quentin Tarantino ha dicho en el documental ¡Hollywood no hace surf” que: “Esos malditos surferos no se merecen una película como “El Gran Miércoles”.

No puedo estar más de acuerdo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

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Con unas evocadoras notas de piano y violín, dan comienzo los primeros 5 minutos más grandes de la historia del Western de nuestros días. Un genero bastante olvidado al que se le quiere resucitar últimamente a base de unas cuantas gotas de futuro.

Pero no es de futuro de lo que habla este segundo film de Andrew Dominick (un director a tener en cuenta), y sí de algo tan simple y clásico como la idealización y posterior decepción, en la que estoy seguro todos hemos caído, caemos y caeremos en algún momento de nuestras vidas.

El film gira entorno a la relación de Jesse james y Robert Ford (Brad Pitt y Casey Affleck) y a los motivos que llevaron al segundo a terminar con la vida del mitificado bandido.

Impagable Pitt como misterioso y carismático James. Cada mirada y cada gesto paralizan, la cámara se enamora de él y no le abandona prácticamente en ningún momento. Genial Casey Affleck, su papel es digno merecedor de ese Oscar al que estuvo nominado, y que se llevó, en mi opinión injustamente, Javier Bardem por "No es país para viejos".

Con una banda sonora irreprochable y perfectamente tejida por Nick Cave, que tiene un cameo en el film, y con Warren Ellis, su fiel escudero, esta película es para mí una de las mejores de lo que llevamos de siglo.

Por cierto, Bardem y Pitt acaban de confirmar  que trabajarán juntos en el tercer proyecto de este joven director neozelandés que ya me tiene expectante e intrigado.

Con un ritmo tremendamente pausado pero con una gran intensidad en cada plano, el realizador consigue que mantengamos los cinco sentidos puestos en la pantalla. La narración con voz en off presente en casi toda la pelicula no llega a cargar en ningún momento.

Todo esto más un admirable trabajo de fotografía, mantienen el pulso de este singular film, que ya se ha quedado instalado en mi frágil memoria. Y eso ya es mucho para mí.

martes, 2 de noviembre de 2010

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Película paradigma de los frenéticos tiempos que nos ha tocado vivir.

La solitaria y contradictoria personalidad de Mark Zuckerberg, genio precoz y gurú del Facebook, que utiliza su innegable talento para conseguir un ansiado propósito (la creación de un sistema informático que nos servirá básicamente para facilitar la consecución de relaciones ¿humanas?) le sirve a David Fincher para obsequiarnos con otro esclarecedor film sobre por donde van los tiros en los comienzos del siglo XXI y en la américa de Bush y Pre-Obama.

La era de la información, la comodidad en la que que el individuo occidental parece definitivamente instalado, y las ansias de fama en detrimento del equilibrio emocional son descritas de forma magistral por un director al que ya se le puede tildar de narrador clásico y renovador del cine contemporáneo.

Apoyado por un certero y mordaz guión de Aaron Sorkin y un sensacional trabajo de montaje, el señor Fincher nos lleva a ritmo de música electrónica (Trent Reznor) por un viaje que tus ojos creen haber visto pero que no lo han hecho jamás, y nosotros claro, ¡encantados de viajar!.

Fincher nos propone un juego de saltos temporales en la historia, que con otro director resultarían excesivos o incluso tediosos, pero que en manos del director de Denver, dotan al filme de un ritmo rápido que engancha.

Destacar el trabajo de Jesse Eisenberg, que proporciona a su personaje un aura casi imperceptible que lo aísla del resto de sus congéneres. El propio Zuckerberg ha criticado la cinta y la imagen que se da de él, pero no debemos olvidar que al fin y al cabo de trata de una ficción basada en hechos reales y el peculiar carácter que Eisenberg pone en escena, es de lo mejor.

Por si fuera poco, Fincher nos obsequia, a modo de regalo inesperado, con una escena de remeros, casi un oásis en medio de tanta disputa, que es uno de los mejores momentos del filme.

En resumen, Fincher no decepciona. No es una película de argumento adictivo como lo fuesen Seven, The Game o El Club de la Lucha, pero aún así ha conseguido salir airoso del reto.

Peliculón y contentos de caer en la red de Fincher.

lunes, 1 de noviembre de 2010

MAD MEN



Quizás con The Wire y los Soprano, Mad Men forme la santísima trinidad de las series emitidas en Estados unidos.
Ambientada en el Nueva york de los años 60, nos retrata, aparentemente, el día a día en una agencia de publicidad de sus empleados, y digo aparentemente, porque bajo esa capa de superficialidad y aparente vacuidad, Mad Men va desgranando toda una crítica al capitalismo, al sueño americano y quizás, sobretodo, a la familia como núcleo central de la sociedad, tanto actual como del siglo pasado.
Los claroscuros de los personajes, la doble identidad social y moral subyace en cada capítulo con mala baba, pero con una enorme sutileza.
Maravillosa puesta en escena, con olor a bourbon y a el humo de los cigarrillos que compulsivamente fuman sus personajes.
El eje central de la serie, es el enigmático y atormentado Don Draper, paradigma del hombre triunfador y hecho a si mismo, que bajo su aparente perfección esconde un ser humano, melancólico y ruin, cobarde e inseguro que intenta escapar de su pasado, un pasado en el que la infancia, la familia y la experiencia bélica marca sus rasgos futuros. No deja de ser un Jay Gatsby, el maravilloso personaje que escribió Scott fitzgerald para su inmensa el “Gran Gatsby”, en la década de los 60. Draper folla, ríe, bebe, fuma e interactúa con aparente seguridad y un toque de soberbia que poco a poco y en su interior se va desmoronando.
Como un alud, al principio oyes el ruido, después todo el débil andamiaje se desmorona súbitamente, y con el todas las constantes de una sociedad capitalista y podrida en el que la apariencia es la única forma de entender y sentir la vida. Mención aparte merece el papel de la mujer en la serie. De nuevo bajo la apariencia de ser casi inanimado y vacio, su papel va cobrando importancia capitulo a capitulo. Ella, al fin, es el eje central de los personajes masculinos. Como la vida misma.



A falta de ver la opera prima de Anton corbijn sobre el malogrado cantante de Joy Division, puedo decir que su segundo largo “ El Americano”, es una de las propuestas más estimulantes del cine norteamericano en este 2010.
Relato frío, seco y pausado. Escaso en escenas de acción y con unos personajes, principalmente el un George Clooney magnifico, que dicen más por lo que callan que por lo que hablan.
Cercano al western en su argumento, un hombre solitario llega a un pueblo huyendo de su pasado y buscando su redención. Clooney no habla con más de 3 0 4 personajes, la película se desarrolla sin sobresaltos, lenta y con leves esbozos sobre un personaje, solitario, taciturno y cansado. Casi nada nos explica el director sobre su pasado, casi nada sabemos de su presente y sin embargo, en cada fotograma si intuimos cual será su destino.
A tener en cuenta, sus hermosas localizaciones y su fotografía: limpia, casi hiperrealista. Y es que a pesar de que Corbijn es un reputado director de videoclips, no hay nada de nerviosismo en la cámara, ni de pirotecnia en su puesta en escena, todo se asemeja más a un álbum fotográfico de un asesino a sueldo solitario y melancólico cercano a su jubilación.

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Se empiezan a hacer largos los 7 u 8 años sin uno de esos clásicos a los que nos tiene acostumbrados Tim Burton.

El genial director californiano cumple sin más, en esta descafeinada adaptación del relato de Lewis Carroll, en la que unos personajes sin alma y sin pizca de gracia, no consiguen hacer levantar el vuelo de una peli que parece más bien hecha por encargo, que por convicción artística.

Salvo los efectos especiales y el esfuerzo del señor Depp por salvar el proyecto, el resto es sacarina pura. Con un guión demasiado simple e infantil, como para que el mismísimo director de "Eduardo Manostijeras "o "Bigfish", consiga sacar ni el más mínimo atisbo de profundidad ni sarcasmo a una cinta basada en una novela, en la que la crítica a las costumbres inglesas de la época, bien podrían haber inspirado al genuino Burton en la ejecución final de este soso proyecto.

La música de Danny Elfman, como siempre irreprochable, y el baile final del sombrerero, son lo único destacable de este fallido largo.

Esperemos mejores tiempos pues, que con este director siempre ha valido la pena.

Un abrazo y hasta otra.

martes, 12 de octubre de 2010

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Sentado en el cine, esperaba ansioso el gran momento de la película. Gran momento que no se hizo esperar ni un minuto. Me refiero obviamente a la aparición en escena del protagonista de la cinta: el Motorola Dynatac de Gordon Gekko que veíamos en la original Wall Street. Que por cierto, no es el único guiño a la cinta original.

Pasado ese shock inicial, empezamos a darnos cuenta de que Oliverio Piedra (así me gusta pensar que le llama Hugo Chavez en la intimidad) en realidad quería hacer un filme denunciando el sistema financiero actual. Pero en lugar de enfocar el proyecto mediante un documental o una historia más profunda, ha visto la oportunidad de llegar a más espectadores malvendiéndonos una secuela de un gran film de 1987. Ganando con ello, paradógicamente, más cine-dólares.

La película en sí resulta previsible, económicamente densa, ñoña y aburrida, a partes iguales.

Previsible porque sabes en todo momento lo que va a pasar, no hay ni una sola muestra de originalidad en todo el filme. Económicamente densa porque se tira buena parte farfullando términos como descubierto, subprime, riesgo moral, margen… que al profano le costará asimilar. Ñoña porque joder, mecagüen la puta, ¿qué cojones de final es ese?. Y aburrida si tenemos en cuenta los tres factores anteriores.

En el reparto, además de Michael Douglas, destaca Jorge Lorenzo (Shia Labeouf, se parecen mogollón y además en muchas películas sale el tío en moto, como si en Hollywood pensasen lo mismo). Y digo que destaca, por su alarmantemente insulsa interpretación de un tiburoncillo del parqué que mira tú por donde, tiene hasta conciencia y buenas intenciones. Esta claro que los agresivos brokers de la era Reagan se comen con patatas a los niñatos de George “Jack Daniels” Bush.

El caso de Jorge Lorenzo es preocupante, en todas las películas que hace está a la sombra de algún otro actor o actriz, de Harrison Ford, de Michael Douglas o de Megan Fox.

Tenemos además a un aceptable Josh Brolin, el malo maloso de la película del que Jorge Lorenzo quiere vengarse como si de un Valentino Rossi con traje se tratase (huelga decir que yo voy con Rossi).

En definitiva Sr. Piedra, puede que el dinero nunca duerma, pero a buen seguro que alguno de los espectadores de este filme, lo harán en el cine.

domingo, 10 de octubre de 2010


Del 1 al 10 como esta de seguro?. Confieso que no sabía que responder nada mas salir del cine si a lo que se refiriera la pregunta es así me gusto o no el film que acababa de ver.

Las dudas desaparecieron al despertarme el día siguiente,e ntonces pensé: ¿como soy tan imbécil?. Las imágenes, diálogos y la tensión no se querían ir de mi ya de por si maltrecha cabeza y enseguida me di cuenta de que lo que había visto la noche anterior era una obra maestra en potencia,otra mas de Fincher. Si bien la película nunca acaba de definirse(a veces parece mas una investigación periodística documentada) el modo de tratarla hace que te mantengas pegado al sillón estrujándote los sesos como si fueras los obstinados perseguidores del asesino.

Jake Gyllenhaal esta estupendo como periodista novato freaky a quien ni dios hace ni puto caso en su loca carrera por descubrir la verdadera identidad de Zodiac.

Robert Downey Jr. ídem como delirante periodista a la deriva al que parece importarle mas el beneficio personal que la despiadada actividad del criminal puede traerle, y por ultimo Mark ruffalo para mi lo mejor de la peli como dave toschi,un policía con un magnifico expediente al que la irrupción del asesino le pondrá ante un reto prácticamente imposible. Tres personajes principales a los que los actos cometidos entre mediados de los 60 y principios de los 70 en san francisco y alrededores cambiaran sus vidas para siempre.

Película tensa,a veces tediosa y extraña, (casi tanto como "Hurdy Gurdy Man" la canción que te noquea justo antes de empezar a salir los títulos de crédito y que le queda como anillo al dedo), pero formidable e irrepetible como el temazo de donovan.

¿UN PEDAZO DE 9! para una peli que cuanto mas veces la veo, mas me impresiona.

lunes, 27 de septiembre de 2010

 

Camaradas, el próximo 29 de septiembre está convocada una huelga general para protestar ante el inminente recorte de derechos sociablablablablablabla… y bla.

Todo eso está muy bien pero…

Bien, primero, esa semana yo estoy de vacaciones y para más datos fuera del país así que no voy a ir a trabajar. Ya ves, me lo pierdo, lo que por otra parte me la pela.

Lo que ya no me la pela tanto es la famosa, manida y socorrida frase que reza: la huelga es un derecho. Estoy de acuerdo. La huelga es un derecho… en teoría.

Y digo en teoría porque se puede dar el siguiente caso:

Trabajador eventual de una pequeña empresa al que se le acaba el contrato en mes y medio y sospecha que si el día 29 no va a trabajar el jefe se lo va a tomar a mal y no le va a renovar el contrato, lo cual, teniendo en cuenta la situación económica que vivimos es, cuando menos una putada.

También se puede dar el siguiente caso: trabajador indefinido de una empresa que tiene opciones reales de  promoción en la misma y sospecha que si el día 29 hace huelga sus opciones de ascenso se verán mermadas en favor de su compañero Paco que sí fue a trabajar.

Y también se puede dar el siguiente caso: trabajador de vete tú a saber dónde que decide ir a trabajar el 29 y los piquetes, tan majos como siempre, le rayan el coche o le pinchan las ruedas, o le dan de ostias, o le ponen un video de Sálvame Deluxe (ya en plan gore y tal).

Total, que sea cual sea el caso, el resultado es el mismo: posibilidad de acabar enculado sin delicadeza, bien por la polla del empresario, bien por el rabo del proletario. Con lo cual, el trabajador, que no es tonto, está en su casa pensando si hacer huelga, o no, o yo que sé.

La huelga es un derecho… ¡los cojones!.

Y eso es, en definitiva, lo que de verdad me toca los idem.

domingo, 26 de septiembre de 2010

P7266305-HDR Vivimos en época de una grave precariedad laboral. Parece ser que el cemento que sostenía los pilares de nuestra economía era de mala calidad y todo se ha venido abajo. La burbuja inmobiliaria ha colapsado por completo y no se encuentran salidas por ninguna parte. En pleno auge de la construcción Joaquín Almunia, durante el gobierno del PP, ya adelantó los riesgos que esto tenía y lo que podía llegar a suceder. Ya con la entrada del PSOE en el gobierno, Rodrigo Rato también adelantaba las posibles consecuencias de la burbuja inmobiliaria. Ni unos ni otros toman medidas al respeto, para que, todo va bien; se crea emplea, crece el producto interior bruto, etc.…Llega la gran crisis financiera y todo se va a la carajo a tomar pol culo el empleo y el PIB.

Por otra parte la humanidad se enfrenta a otro gran problema, quizás a un plazo más largo de ahí que los grandes dirigentes mundiales aún no se hayan concienciado. Los científicos expertos en el tema, llevan tiempo haciendo un llamamiento a estos, pero ni caso….el calentamiento global es un hecho, aunque como siempre hay alguno que lo niega como sigue negando que el hombre descienda del mono. Es cierto que la comunidad científica tiene poca credibilidad entre la opinión pública, se les sigue viendo como chifladillos de laboratorio, a lo Einstein, que viven al un poco al margen del resto de la sociedad. Es curioso que la opinión de un político o incluso de la Belén Esteban tengan más credibilidad que la de estos chifladillos y eso del calentamiento global suene un poco a ciencia ficción……el caso es que no es así, es un hecho contrastado como que el hombre desciende del mono, aunque a muchos no les guste.

Aún estamos a tiempo de tomar medidas, no como el colapso de la burbuja inmobiliaria, estos han de ser cambios drásticos que afectarían demasiado a la economía internacional, y claro las grandes potencias no creo que estén dispuestas a hacerlo, al fin y al cabo se sigue viviendo bien en los países desarrollados y nadie esta dispuesto a sacrificar su bienestar actual por el de mañana, porque mañana quizás yo ya no esté aquí, que los problemas del mañana los solucione quien viva en el mañana.

El hombre de a pie cree que este tipo de problemas los ha de solucionar los dirigentes, yo creo que no, creo que la base es la educación como individuo. Dirán que son las grandes petroleras o las grandes energéticas los culpables, cierto es, pero no se olvide de que estos producen para que usted consuma así que todos somos culpables.

Tomemos medidas cada uno con su responsabilidad, sino todo se va ir al carajo y entonces ya no habrá solución.

sábado, 25 de septiembre de 2010

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Recién estrenada en nuestro país "El Americano", segundo film de Anton Corbijn, he aprovechado para verme su debut, que desde hace un tiempo tenia ganas y nunca encontraba el momento. Fue ayer por la noche, y la vi con mi querida progenitora. ¡Flípalo! mi madre viendo una peli sobre la vida de Ian Curtis y los que le conocieron(conste que le gustó, pero bueno eso a vosotros os importara una mierda).

Se trata de "Control", un film de 2007 que en Asturias ni se estreno, y que para mí junto con "Zodiac" de David fincher, son las 2 joyas cinematográficas de ese año.

La cinta nos cuenta la vida de Ian Curtis, malogrado cantante de Joy Division, aquí interpretado por un Sam Riley realmente impactante. Más que intérprete, diría que es un clon del artista, esa mirada perdida, ese nervioso baile, esa belleza cándida y turbadora, y sobre todo, esa única e irrepetible voz de Curtis, son aquí mostradas de un modo tan natural que impresionan.

Curtis se debate entre el amor a su mujer y el que siente por su amiga y amante Annick Honore, periodista belga a la que conoce en una entrevista. Esa circunstancia y la epilepsia que sufre el cantante, le llevaran por un tortuoso camino de sufrimiento y desgaste emocional que desembocará en su hastío por su grupo, y finalmente por su vida.

El trabajo de fotografía, en blanco y negro, le otorga un aspecto más siniestro y retro a la cinta, y el precioso montaje te permite entender, incluso absorber ese tormento interior de Curtis.

Mencionar también el trabajo de Samantha Morton como Deborah Curtis, sufrida esposa del cantante inglés que consigue plasmar con destreza el inmenso amor que esta tenia por su marido.

El film me resultó duro y profundamente triste, pero necesario para comprender la figura de uno de los mayores talentos que el rock nos a dado.

Para quien le haya gustado Control, decirle que hay un documental sobre Ian y su grupo titulado “Joy Division” en el que podrán ahondar más si cabe en la biografía de esta revolucionaria banda.

Ledoy un 8.

Hasta otra.

lunes, 20 de septiembre de 2010

FISH TANK

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Interesante película británica dirigida en 2009 por Andrea Arnold.

El cine británico, aparentemente sólo domina dos géneros, la comedia romántica ñoña que sólo aguantan las pre-menopaúsicas donde intentan lucirse las Julia Roberts del momento, o las agrias y desgarradoramente directas historias de cine social, aderezadas a veces, con sentido del humor. Fish Tank pertenece a este segundo grupo.

El film narra la historia de una joven de 15 años (interpretada de forma muy convincente, a mi juicio, por una tal Katie Jarvis) que vive en un típico barrio del extrarradio. Una relación atormentada tanto con su madre, como con los congéneres que le rodean. Su válvula de escape es en este caso el baile, y una vieja yegua amarrada día y noche, metáfora fácil de la necesidad adolescente por escapar de una realidad ingrata.

La aparición del nuevo novio de su madre, interpretado por Michael Fassbender (Malditos Bastardos, Centurión), parece representar un nuevo amanecer en la vida de la joven. Pero como ya dijimos al principio, esta no es una película ñoña, y además, mujeres del mundo, no existen hombres tan perfectos.

Con estos ingredientes, la película se vuelve un tanto previsible, y tal vez, en los últimos minutos un poco pesada. Aún así resulta ser una película interesante, sin excesivas pretensiones, cargada de rabia, que o llega, o te aburre, o lo tomas o lo dejas, no es para pasar el rato comiendo palomitas.

Recomendable si te gusta el cine de Ken Loach.

domingo, 19 de septiembre de 2010

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Como si se tratase de una premonición de Aceves, el vidente claro. Aunque bueno, puedo imaginarme al peperiano desairado estampándole esa frase a Rajoy en referencia a Zapatero, probablemente serian pesadillas, pero vamos al tema que nos ocupa.

El enésimo film de Woody Allen es ágil y fácil de ver y entender.

Básicamente nos presenta los conflictos sentimentales de dos matrimonios de distintas edades. Uno, septuagenario y otro recién llegado a la cuarentena, con un lazo común, los primeros son los padres de la esposa del matrimonio más joven.

Anthony Hopkins es Alfie, un hombre al que el paso del tiempo no se ha sentado muy bien y tras su divorcio de Helena, utiliza su dinero para follarse y luego casarse con una prostituta de tres al cuarto y sentirse así más joven.

Helena, interpretada por una sensacional Gemma Jones, presa de la angustia y de las dudas se refugia en una vidente que le va guiando por su vida con buenos augurios, eso sí, aderezados estos con unos buenos lingotazos para hacer más fácil el proceso.

Sally (Naomi Watts) vive un aburrido y rutinario matrimonio con Roy, interpretado por un lúcido y excelente Josh Brolin, aquí un escritor en plena crisis creativa.

El señor Allen nos presenta una tragicomedia divertida y bastante previsible, lejana de sus mejores trabajos. Eso sí, siempre efectivo, el majestuoso incestuoso director consigue sacarnos alguna que otra carcajada. La mayoría de las ocasiones puedes encontrar algunas risas sólo con observar las ironías y contradicciones con las que la vida nos pone a prueba. Y eso, Allen lo sabe muy bien.

Le doy un 6.8 en mi escala.

sábado, 18 de septiembre de 2010

¡PAPA LLAMA!

 

Estos días hemos visto y leído acerca de la visita que el Papa Benedicto XVI al Reino Unido. Estado este, confesionalmente dividido entre católicos y protestantes.

Dicha visita ha suscitado ciertas polémicas, religiosas por un lado, económicas por otro, e incluso podríamos decir, penales en un tercero a cuenta de los escándalos de abusos sexuales en el seno de la iglesia católica.

Defensores y detractores de una religión, se enzarzan en discusiones sobre le fe, la educación, el respeto y la conveniencia o no de dicha visita.

Para los que, como yo, no profesamos ninguna religión, esta visita pone de manifiesto una vez más el gran poder de convocatoria que aún hoy en día tienen estos acontecimientos. En un mundo occidentalizado donde el Dios Dinero gana adeptos día a día, sorprende el fervor con que la gente defiende sus creencias.

Marx dijo que la religión era el “opio del pueblo”, yo creía que hoy en día, las drogas de la calle eran el fútbol y el corazón. Se ve que aún quedan relitoxicómanos (si me permiten la denominación de nuevo cuño).

Y es que, en mi opinión, las drogas bien consumidas son un regalo de la ciencia, pero en su abuso son una condena de la que es difícil escapar. Respeto cualquier creencia religiosa siempre que esta a su vez permita y respete al resto de congéneres expresarse y vivir conforme a sus deseos y necesidades. No parece que otros muchos compartan esta opinión.

El caso de la discoteca que ha tenido que cambiar de nombre para no sufrir ataques, verbales y vaya usted a saber si de otro tipo más tarde, pone de manifiesto que en materia de religión, los hooligans existen, al igual que violentos hinchas de fútbol, o fans aférrimos de Belén Esteban dispuestos a todo por su ídolo.

En resumen, el consumo de drogas en el mundo es más alto los fines de semana, claro, la liga de fútbol, sálvame deluxe y la misa de los domingos.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

 

Soy un ciudadano del mundo sin identidad fronteriza. Un día decidí realzar un viaje por Marruecos y España. Por aquel entonces yo me encontraba visitando ciertas ciudades de Marruecos. Una mañana leí en un periódico local que había estallado una crisis entre la frontera de Melilla y Marruecos. Hasta el expresidente español Aznar realizó una visita a la ciudad de Melilla por aquel entonces.Yo no me suelo creer lo que dicen los periódicos, al menos siempre dudo de la veracidad de las noticias ya que están pueden estar manipuladas por intereses políticos o de otro tipo. Realmente lo que más me gusta es conocer la opinión de la gente, por ello me decidí a preguntar a unos ciudadanos marroquíes sobre el tema y que pasaba con Ceuta y Melilla: En general respondían que estas dos ciudades deberían de pertenecer a Marruecos ya que se encuentran en territorio marroquí y que los españoles las estaban ocupando.

Terminado mi periplo por Marruecos, tomé el Ferry para dirigirme a España. Aquí también pregunté a ciudadanos españoles su opinión sobre Ceuta y Melilla, después de darme una serie de datos históricos que desconocía y que tampoco contrasté, me dijeron que revindicaban Ceuta y Melilla como territorios de la corona española. La conclusión que saqué después de conocer ambas posturas no fue ninguna, simplemente otra lucha por ciertos territorios, unos serían los ocupadores y los otros los ocupados.

Una tarde, después de tomar un café en un bar de una ciudad española, me entero que los británicos poseen una colonia en el sur de de la península ibérica llamada Gibraltar.

Como no, debía conocer la opinión de los españoles al respecto. En general me encontré, para mí sorpresa, que Gibraltar debería ser español ya que se encuentra en su territorio y que ya era hora de que los británicos se la devolviesen. Esta opinión me recordaba la que me habían dicho los marroquíes respecto a Ceuta y Melilla.

De vuelta a mí hogar, en ninguna parte, ya tenía las cosas claras: que malos son los marroquíes y los británicos, y pobres españoles……pero que incoherentes son….

lunes, 13 de septiembre de 2010

 

1991 fue un año capicúa como podéis ver. Mi madre siempre veía en estos números un augurio de buena suerte.

Por aquel año yo contaba 14 primaveras. Estaba en plena adolescencia, esa época en la que uno busca una identidad propia en medio de un bombardeo constante de estímulos exteriores y frustraciones interiores.

No fue hasta el año siguiente cuando un servidor comenzó a encontrar en la inocente actividad de escuchar música una válvula de escape a los problemas de la adolescencia (básicamente la superpoblación de hormonas).

En aquella época se vivía la eclosión del llamado movimiento Grunge al mismo tiempo que los últimos héroes del Heavy Metal saboreaban las últimas mieles de un género tan amado como defenestrado.

Recuerdo con nostalgia que en un programa de música de la época, Rockopop, presentado por Beatriz Péquer, vi por primera vez a una Banda de Seattle, que según el programa, era la sensación en EE.UU. No presté mucha atención, aún no era un asiduo consumidor de música.

Como ya dije antes no fue hasta 1992 cuando mis oídos comenzaron a perder sensibilidad por culpa de los auriculares.

Y lo hicieron al principio con el Heavy, el Trash, los tipos duros, para dar paso poco después a otras bandas de nuevo cuño.

Y este que un día, echando la vista atrás y ojeando los ya viejos CD’s de que uno dispone, que me dí cuenta de cuántos de aquellos álbumes habían sido editados en 1991. Y este que además, buscando y buscando, uno descubrió la gran cantidad de buenas bandas que sacaron disco aquel año. Algo flotaba en al ambiente a principios de los 90, inspiración, las musas…¿a qué olían las putas nubes en 1991?.

Para muestra, un botón:

Metallica - Metallica

Achtung Baby - U2

Use Your Illusion I - Guns N 'Roses

Pennywise - Pennywise

Use Your Illusion II -Guns N' Roses

Pocket Full of Kryptonite - Spin Doctors

Ten - Pearl Jam

Temple of the Dog - Temple of the Dog

Gish - The Smashing Pumpkins

Green Mind - Dinosaur Jr

Arise - Sepultura

Uncle Anesthesia - Screaming Trees

Out of Time - REM

Blue Lines - Massive Attack

Nevermind - Nirvana

Pioughd - Butthole Surfers

Blood Sugar Sex Magik - Red Hot Chili Peppers

1916 - Motörhead

Badmotorfinger - Soundgarden

Innuendo - Queen

Trompe le Monde - Pixies

Cypress Hill - Cypress Hill

On Every Street - Dire Straits

(para Jota)

Hymns to the Silence - Van Morrison

Attack of the killer B’s - Anthrax

Wrech - Kyuss

 

En algunos casos son sólo indicios de lo que sería más tarde como puede ser el caso de Smashing Pumpkins que alcanzaría su cénit al año siguiente con Siamese Dream, o el caso de Kyuss.

Además de esos ejemplos destacar que en 1991 también salió a la luz el Dangerous de Michael Jackson, el Shepherd Moons Enya o The Enemy strikes black de Public Enemy.

Me quedarán más en el tintero pero no quiero alargarme mucho, no me gustan los post muy extensos.

Recordaros solamente que en 1991 no todo fueron buenas noticias, ese fue el año de la muerte de Freddy Mercury.

Ciao.

 

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