martes, 10 de febrero de 2009
“Cuento de Navidad de Auggie Wren”, un relato corto publicado por Paul Auster en el New York Times en 1990, dio origen a esta deliciosa película dirigida en 1995 por Wayne Wang y el propio Auster.
Teniendo como epicentro un estanco de Brooklyn, seguimos el desarrollo de pequeñas historias personales, las cuales se cruzan entre sí.
Paul Benjamin, escritor en crisis que lucha por hacer frente a la trágica pérdida de su esposa, magistralmente interpretado por un William Hurt que cada vez me gusta más.
Rashid Thomas, un joven algo perdido, que anda tras la búsqueda de su padre.
Y como no, Auggie Wren, (Harvey Keytel) dueño de un pequeño estanco en una esquina de Brooklyn cuyo hobbie es tomar una fotografía cada mañana a las ocho desde la misma esquina.
Historias y conversaciones más o menos triviales, componen la atmósfera de esta pequeña obra de arte independiente, un oasis de creatividad.
La película termina con una recreación del relato original que Auster publicó en el New York Times. Momento a mi juicio estelar del film que demuestra que a veces las cosas más simples son las más maravillosas, y que el propio Matt Groening tributó de forma sutil y casi de puntillas en un episodio de Los Simpson.
Etiquetas: El Cine de Jota
2 comentarios:
Las cosas mas simples....
son las mas auntenticas las que vivimos de verdad sin artificios
..donde somos nosotros mismos
muy buena
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