lunes, 13 de abril de 2009

Carta de una madre que decidió no abortar a su hijo desde el cielo:

Querido hijo, te escribo estas líneas desde el cielo para decirte lo orgullosa que estoy de ti, y para decirte que la decisión de no abortar durante tu embarazo fue un acierto. Fue una decisión dura, y bien sabe Dios que estuve a punto de cometer tal locura. Pero al final no lo hice y tú viniste al mundo.

En contra de lo que todos pensaban, no eras un niño débil y temeroso, has sabido hacer frente a los golpes de la vida con sobriedad y determinación. Uno de los más duros, lo sé, fue mi muerte.

Desde aquí observé también como el amor de tu vida fallecía prematuramente en lo mejor de vuestra relación. De ese amargo trago también te has recuperado y me consta que te has vuelto a enamorar y seguro que esta vez os casareis.

Tu valentía, arrojo y determinación te han llevado a convertirte en un hombre respetado.

Qué orgullosa estoy de ti, y también de mí por no haber abortado

Se que en el trabajo has ascendido rápido, pese a las zancadillas de tus rivales, pero tú has podido con todos.

Me llegan noticias de que los aliados has desembarcado en Normandía, pero seguro que tú puedes con eso también.

Nada más hijo, me despido. Y pensar que si hubiese abortado millones de inocentes no habrían sido asesinados… Menos mal que la iglesia católica me hizo ver el buen camino. De no haberte tenido, habría cometido un asesinato, y así tú puedes cometer millones.

Klara Pölz.

 

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